FANTASMAS DEL PASADO

Estás enferma, oh rosa!
El gusano invisible,
que vuela por la noche,
en el aullar del viento,
tu lecho descubrió
de alegría escarlata,
y su amor sombrío
y secreto
consume tu vida.
x
William Blacke ("La Rosa enferma")
x
Solía escribir en cursiva, como los encogidos cuando tratan de parapetarse en la oscuridad y su prosa, custodiaba con recelo su gran secreto, omitía con premeditación circunferencias coronando las latinas tratando de no desvelar su irritante candidez, esa pubescencia que se oponía a enterrar, cada mañana iniciaba un nuevo proyecto que descartaba en el ocaso, fiel indicio de que los años hacían parada y fonda en el hostal de sus pensamientos. Sin embargo, también la recuerdo amable, educada, señorial, incapaz de perder el sitio, todavía duelen aquellos gélidos ojos verdes diseccionando mi alma sin afán de crítica, solo estudiando mi indolencia, buscando explicaciones al devastador desorden que reinaba allá por donde mi oscura figura pintaba de deambulante sombra el sufrido suelo, donde los caminos se hacían inexcrutables mientras blandía la aguerrida copa de cristal barato, tratando de hallar respuestas en el insondable baul de la retórica, blasón al viento, en la morada de los muertos, de la que había hecho su casa muchos años atras, la joven que se ría como Becquer.


0 comentarios: