NOSTALGIA

x
Todos nos volvemos locos alguna vez (Norman Bates)
x
El tiempo transcurre inexorable, aunque cada vez que dirigimos la vista hacia al margen inferior de nuestro monitor, nos parezca que el tarado de Margaret ha manipulado el reloj haciendo uso de sus arbitrarias prerrogativas de administrador, pero no lo hace, solo se trata de una confusa sensación manipuladora producida por nuestra perentoria necesidad de pegarle un puntapié al equipo y largarnos a ver mundo, a vivir, a ser hippies, pero no se engañen amigos, en cualquier otro lugar sentiríamos lo mismo, solo nos realiza plenamente el tiempo de ocio o de estar, eso es, simplemente, de estar, lo demás, son coñas marineras o ganas de llamar la atención, porque hay quien prefiere ser temido que ignorado, aunque personalmente prefiero el queso, sobre todo ahora que he superado con nota la ITV del chollo, para envidia seguramente de todos ustedes: Admiren peluseros mis 169 de colesterol, por si lo dudaban, soy indestructible.
Bueno, iniciado el prólogo de este artículo sin sentido, procedamos al no menos descabezado nudo, a ver donde nos lleva esta irreflexión, aunque en todo caos (no, no me he equivocado), les advierto que aún están a tiempo de conectarse al feis y escribir alguna que otra chorrada, apuntarse a un grupo de admiradores de las galletas Fontaneda, o publicar un yutube de Los Toreros Muertos o Glutamato Ye-Ye, no hay nada como la nostalgia para sentirse acompañado, aunque el hecho de volver la vista atrás no debiera entenderse exclusivamente como una insensatez, de nuestras vivencias aprendemos a no repetir disparates como cambiar de barbero, de equipo de fútbol o rodar secuelas con la misma cabrona que en tiempos nos tocó los cojones en sobremanera. Remember Paris pues, pero con un pliego de condiciones, nos nos pasemos la vida catando los maravillosos (y caros) helados de la Isla de San Diego (Antonino tu sei grande, Rafaello tu sei bello), podrían acusarnos como aquel, de quedarme estancado en Calle Melancolía y que quieren que les diga, lo recomendable es dirigir toda la atención al presente, porque lo que nos depara el futuro siempre nos parecerá oscuro y estoy seguro de que no será así en todos los casos, aunque indefectiblemente, incierto, muy incierto....
En fin, pasemos al estrambote del cuento, me está entrando el sueño y a estas lineas ya no atisbo duda alguna del trastorno que ofrece este ruin sainete: Sean buenos, disfruten el tiempo del que disponen, no le hagan mucho caso a nadie y si un día les apetece cometer un exceso, no titubeen, entréguense ajenos a su conciencia a aquella debilidad que les produce temblores, la vida son dos días repletos de obligaciones, pero al final de cada uno de ellos, al llegar a sus hogares, traten de ser libres como seguramente en algún momento de su vida han llegado a ser, no dejen que nadie dicte sus pasos ni imponga su criterio, porque cuando todo toque a su fin, no tendrán autoridad alguna sobre ustedes en su propia muerte y recapitulen que, en la puta historia de la Cigarra y la Hormiga, después de andar de carallada todo el Verano, el bicho verbenas apeló al buen talante de la trabajadora y subsistió al Invierno en las mismas condiciones que el artrópodo, pese a no haber pegado ni golpe, hace falta tener cojones...

MIKI COLLINS Y PAOLA MASCIANDRI


Disculpen esta larga ausencia, como imaginarán, he tenido que volver a cumplir condena por tener tanta suerte en la vida. Una de estas noches de Viernes me volveré a plantar frente al ordenador a escribir una de esas rarezas con las que les vengo torturando desde hace más de cinco años, pero hasta que llegue el momento de volver a enfrentarme a mis fantasmas, les ruego se entretengan con esta joya que me ha dejado el añorado Miki Collins a través del correo electrónico. No les desearé que disfruten, estoy seguro de que lo harán.