HECHICERAS


Las hienas aguardan por un momento de debilidad para metaforsarse en hiedra y abrazarme con rencores. Clavan su mirada impertérrita esperando a que el sueño me sorprenda, el agotamiento firme el diem perdidi, o el espíritu indomable vaya al servicio a aliviar al de Arguineguín. Soy mensajero de paso, nómada incurable atrapado en la habitación de Fermat, agachando la cabeza a los efectos secundarios del transcurrir del tiempo corrompiendo mi esencia y quebrando mis huesos, llorando que Granada amaneciera aquel día sin Federico, Cádiz sin Rafael y España sin Pasionaria , sin la tercera con el morado en la bandera, solo en el corazón golpeado por los versos.
Sabed no obstante, que vuestra confianza os debilita, delata una soberbia que al final del cuento terminará por obsequiaros con una estaca en el pecho, porque nada se extraviará con vuestra ausencia, porque sigo siendo aquel ave rapaz de Landázuri, mirad mis alas.

SEIS


Son los que tengo, los que te faltan y ansias, los que veneras de otro, los que jamás estarán en tu poder...Lllora sin consuelo.

HEMOS VUELTO...

FORZA DEPOR!!!


CAMPEONES !!!


LIGA INDOOR (PINCHA EL ENLACE)

MUJERES QUE FUMAN

...e incluso hablan con los hombres, como suele afinar el entrañable Inspector Rouco.
Esa clase de mujer pasea sus nada desdeñables encantos por los garitos perversos de la ciudad, tratando de financiar la noche con un Valmont mejorado por el mosto, faraones musculados con tarjeta domiciliada en la cuenta de papá, o atípicos seductores sin mayor encanto que la palabra, tan deshonesta como desbordante, dejando alguna pequeña fisura a la improvisación.
Como los estilistas y los barman de buena reputación, eluden las conversaciones importantes salvo que el guión así lo requiera, "negocios, nada personal" y solo al rehacer la cama, su aroma mezclado con el del alcohol nos hace sentir seguros de que la noche pasada no ha sido un sueño, desaparecen sus caricias pero su recuerdo perdura toda una existencia, el de las mujeres de nuestra vida, se quema como a una bandera del Celta, sin compasión y cuidando de apagar bien las cenizas, no sea que el incendio albergue esperanzas.
" Al abrigo de la madrugada, sin nada que decir. En las noches cansadas no tienen prisa por partir " ("' Las Chicas del Roxy". Loquillo y Trogloditas)