CUANDO UN AMIGO SE VA

La bendita tierra que nos alumbró aparenta haber sido olvidada por la mano de los hombres, cada año miles de gallegos deben abandonar su pais para ganarse las habichuelas alejados del lugar donde reside su corazón. Es duro ser emigrante, ser Vizconde de Valmont en la ciudad Condal, escuchar las voces amigas distorsionadas a través de un móvil o saber de los seres queridos conectándose a la deshumanizada Internet, pero no nos lamentemos más, de sobra sabemos lo que se muere en el alma cuando uno de los nuestros nos abandona, sin embargo como alguna vez he dicho, estamos formados en parte por ilusiones, la materia de la que se componen los sueños y la esperanza, la de que cuando el tiempo madure, celebraremos un nuevo regreso de Octopussy Castro. Buen viaje amigo.


5 comentarios:

El Vizconde Valmont | 1:31 p. m.

Recibo su homenaje inmerecido con una lagrimita, aspera y sentimental, y me solazo contemplando los senos de la mujer que toca la gaita en su clip de vídeo. Volveré, querido Conde, y aunque para entonces usted ya será padre del Conde Junior, seguiremos tomando bocks.
¡Hasta la Tasca!

El Vizconde Valmont | 5:15 p. m.
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El Vizconde Valmont | 5:16 p. m.

Murio el poeta lejos del hogar
lo cubre el polvo de un país vecino
al alejarse lo vieron llorar
caminante no hay camino
se hace camino al andar.

El baron rojo | 12:03 a. m.

Para despedirlo, conseguí sobrevivir una vez más a una noche con Valmont.

Después de la desmesurada ingesta de alcohol de esta cita, me ratifico en la convicción de mi condición inmortal.

Aquí estaremos cuando apriete el calor y regrese al hogar.

Anónimo | 12:44 p. m.

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