WHISKY, UN BUEN LIBRO Y CALOR DE UNION FENOSA

Mentalizados de que la revolución obrera solo se gestará desde el corazón metálico de algún individuo de venas de plástico, conviene practicar esos vicios confesables que junto a García Baquero ayudan a potenciar la hipertriglicemia, controlada años atrás con el apoyo logístico del sobrino de Víctor, Frankestein desde luego. Me refiero naturalmente al histriónico Doctor Borrajo, ese mismo que le receta a Marilena mirar más abajo de la carótida, porque según afirma, hay vida bajo el mentón. Por mi parte, sigo escrupulosamente el consejo del del San Rafael, a los hechiceros de bata blanca y jugosas nóminas no conviene contrariarlos, a la caja de pino hay que marcharse con la conciencia bien tranquila, ya que al parecer, en el Paraiso solo existen cuervos de confesionario que ahondan en mayor medida en nuestras angustias del alma, y para soportar "la insoportable levedad del ser", perdón por la "burrandancia", es "justo y necesario" llegar a las puertas de "San Peter" en la mejor forma espiritual posible.
En estas os indico que el cautiverio voluntario en Montecristo redunda en frescura, cordialidad y pena por el fallecimiento de Marx, tan anunciado en los telediarios matutinos de "Telecinco" (Canal venido a menos desde que Lazarov junto a las mamá-chichos se marchó a probar fortuna a otra cadena!), que el espetec de Casa Terradellas es tan fantástico como anuncian en los medios, que es falso que el limpiacristales sea útil para cicatrizar las heridas, como asegura un curioso tipo en "Mi gran boda griega" y que Benedicto sigue tocando los coranes a los turcos.
Nada más, toca ir al cuarto de baño a mandar un "burofax", darse una ducha y esperar el prusiano retraso de "Churri" para acudir a Mathausen. Como siempre, Salud, República y Viva Camarón !

1 comentarios:

Pedro | 7:32 p. m.

Qué razón querido amigo y qué prosa...no entiende quien no quiere entender, coño.

Nos emborrachamos...