VIEJOS GUERREROS

Su paso por nuestras vidas no nos deja indiferente. Cuando el ocaso de sus días señala un destino cierto, por próximo no por sabido, pelean porque su piel pierda tersura a cambio de estirar sus días. Décadas contemplan su ardua lucha, sus sufrimientos, sinsabores, y solo es al final cuando el merecido premio se le otorga para su efímero disfrute. Son los "Caballeros del sol y sombra", como algún día nosotros anhelamos serlo, del bock, aunque con soberbia y vanidad nos lo otorgamos a menudo, insolente juventud. A esos viejos guerreros de armadura de tergal, que ciñen su yelmo con un nudo windsor, a esos de fútil engalanamiento con gomina cuando el otoño amenaza con abandonar su cuero cabelludo, les dedico estas lineas, desde la admiración, reconocimiento y profundo respeto. Los viejos rockeros nunca mueren, y los grandes, a partir de cierta edad, se convierten en leyendas, aún sin necesidad de brindarnos el último hálito de vida.

2 comentarios:

Sayory | 12:37 p. m.

Como se nota que empieza a no haber caja...

MONTECRISTO | 3:40 p. m.

Para estar acabado hay que haber sido alguien...