LA VIDA SIGUE IGUAL


El discurrir del tiempo preocupaba razonablemente al talentoso Jaime Gil de Biedma, bien por la próximidad del ineludible final, bien por su modo de desarrollo, o peor aún, por la caterva de proyectos que se extravían por el camino. En la vida se suelta lastre, lástima que entre los costales de arena huya alguna que otra ambición, permuta de Fausto en aras a la estabilidad y a la comodidad , un precio sacrificado más o menos razonable. En nuestro lapso Luzbel contempla devastador como los seres humanos nos arrojamos a los brazos del conformismo. King, Guevara y el Hijo del Carpintero también observan con tristeza lo futil y estoico de su muerte, lamentando como las sociedades involucionan, lejos de mejorar, y que los prometedores cachorros de la Generación del 72, convocados a dirigir el mundo con rigor hacia la supresión de las desigualdades, aguardan con ansiedad a que el Jueves presente sus respetos, den las diez de la noche y entretenerse con Antonio Alcántara, mientras en el exterior sigue haciendo frío, mucho frío... Y deambulan demasiados don Pablo.

2 comentarios:

Anónimo | 10:00 a. m.

No se preocupe por la edad, está usted hecho un chaval.

MONTECRISTO | 6:54 p. m.

Lo sé, jovencísimo Barón, aunque lenguas envenenadas como las de Sayory insistan en poner en duda mi caja, que lo único que le sucede es que le entra el "pedro chosco" antes que otrora, pero resiste fielmente a varios envites consecutivos del blues.