REVOLUTIO O MORES...

Finde tras una larga y agitada semana, llega la hora de hacer lo que nos dicte nuestra conciencia y permitan nuestros depauperados bolsillos de mes terminal. No importa. A esta hora, poco tiene relevancia de lo acaecido. Lo substancial es estar. No pensar. Dejarse llevar por el instinto, ahogar la razón, esa que nos sume en la idiotez de la que nos advertía Charly Marx. Dejemos pasar las horas sin obligaciones, sin conflictos, sin malhumor, no estamos trabajando, ahora no, por fortuna no, por lo menos hasta dentro de cuarenta y ocho horas no.
Mientras, disfrutemos de la libertad con anarquía, sin horarios, al aire libre, o al denso de los bares. Tenemos una oportunidad, no la desaprovechemos, un corto espacio de tiempo, no lo enfoquemos a cavilar sobre la caterva de necios, están lejos, todo lo que queramos imaginar, porque desconocemos su paradero, alén del mar del azufre, transgredido el bosque de Luzbel, en el paraiso de la maldad, todo lo recóndito que podamos pergeñar. Liberémonos...

1 comentarios:

Pedro | 3:40 a. m.

Ole Sr. Conde!

Y SI PUDIERAN QUEDAR LEJOS PARA SIEMPRE...