Solo conoceremos nuestros límites si somos ambiciosos. Solo sabremos lo que nos aguarda si dejamos un margen a la improvisación. Solo conseguiremos nuestros objetivos si los perseguimos con ahínco, la vida no nos debe nada. En compañía de los nuestros nos haremos más poderosos, ahuyentando a los vampíros de la vitalidad, a aquellos que no han sabido pasar página y adaptarse a los nuevos tiempos que corren, en los que las pequeñas cosas se han hecho imprescindibles para seguir respirando. Mientras nos quede aliento, vigor y entusiasmo, seguiremos buscando nuestro lugar, soltando el lastre que frena nuestras aspiraciones de trascender. DOMINGO DE RESURRECCION
Solo conoceremos nuestros límites si somos ambiciosos. Solo sabremos lo que nos aguarda si dejamos un margen a la improvisación. Solo conseguiremos nuestros objetivos si los perseguimos con ahínco, la vida no nos debe nada. En compañía de los nuestros nos haremos más poderosos, ahuyentando a los vampíros de la vitalidad, a aquellos que no han sabido pasar página y adaptarse a los nuevos tiempos que corren, en los que las pequeñas cosas se han hecho imprescindibles para seguir respirando. Mientras nos quede aliento, vigor y entusiasmo, seguiremos buscando nuestro lugar, soltando el lastre que frena nuestras aspiraciones de trascender.
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