DONDE VAS TRISTE DE TI


Tras almorzar con el genial y excéntrico Agente Rouco, decidí que ese no era el día en que dejaría de trabajar. A la Hipoteca aún le quedaba un cuarto de siglo para extinguirse y alguna factura se encontraba en esos momentos rumbo a mi domiciliación bancaria, en precario, como casi siempre. La esperanza continuaba teniendo nombre de mujer, quiniela, demasiada fé depositada en una fémina que como mucho me había traido dos o seis bocks.
Sentado en mi puesto de trabajo, el mail gatuno me esperaba para distraer unos minutos el enésimo exceso de espaguetti en mi estómago. Contaba que la mujer que pudo reinar había abrazado a la desesperación, y que su futuro tenía nombre de incidente. Respondí a mi amigo aludiendo al esfínter de la reina de las hamburguesas, y comencé a teclear, esa noche ponían House.

CENORRIO

No todo va a ser fútbol. Por una vez hay que emular a mi querido payaso enfermizamente mentiroso. Gato, LadYribarren, Pasteles, Gloria, Barón, Duquesa de las Conchiñas, Condesa y Montecristo degustaremos maigret. Solo echaremos en falta a Miki, "The quiet man", en Dublín, pero no sentiremos morriña por los que presumían de ser triglicéridos en nuestras venas. Mañana, resaca y Elvis en Hawaii, que se joda el gordo.

LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN

Más fuerte que nunca, encendido, transgresor, indolente, indómito y rebelde que nunca hayan leido, vuelve el Conde tras su exilio de Montecristo, fruto de un maldito sutnami provocado por Pepe Gotera y Otilio, que dejaron mi fortaleza inundada de veneno.
En todo este tiempo he tenido tiempo para reflexionar y comer marisco, percatándome de que en el origen se encuentra el tino, y que lo razonable es la excusa que utilizan los imbéciles para hacernos más dociles, para someternos a su gris vida, y así rociar con unas gotas el secano de su lamentable e injustificada existencia. A la caterva de necios sobre la que escribía Quique Casanova Castro, les advierto que me convertiré en su azote, su peor pesadilla, su censor de noches repletas de cocaina y despilfarro, desolador presente y futuro.